De ti y contigo estoy aprendiendo muchas cosas.
He aprendido que incluso los mejores momentos se pueden fastidiar en cuestión de segundos por una tontería.
Que dos carácteres tan fuertes pueden chocar mucho y unos gustos tan variados pueden hacer llegar a pensar tirarlo todo por la borda.
He aprendido que siempre hay dos caminos: el fácil y el difícil.
He aprendido que me puedes llegar a hacer sentir cosas que jamás hubiera imaginado, cosas que no sabía ni que se podían llegar a sentir.
Que las máscaras no son eternas ni infalibles, al final, siempre se acaba descubriendo la verdad, aunque sea poco a poco pero también he aprendido que la vida hay que tomársela con paciencia y no tener prisa, al fin y al cabo, cuanto más rápido te fumes un cigarro antes se acaba y menos lo disfrutas.
He aprendido que las dudas son una de las peores cosas que hay y que no tener claras las cosas te puede hacer pasar momentos realmente malos.
Pero, sobre todo, he aprendido que si hablas las cosas y pones empeño, si tomas el camino difícil, si te esfuerzas, si empleas todas tus ganas...merece la pena.
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