miércoles, 22 de mayo de 2013

Es curioso como a veces la mente te juega malas pasadas, juraría que lo que voy a escribir ahora ya lo había escrito...pero resulta que no, bueno sí, estaba escrito...en mi mente.

La cosa es que en mi mente se vería de otra manera, porque hay muchas cosas que no pueden ser descritas con simples palabras...son sentimientos.


Hay veces que te veo y creo que eres tan parecido a cualquier otro...pero luego, a la hora de la verdad, no eres nada de eso.


Los dos estamos hechos de inseguridades tremendas y, sin embargo, cuando yo empiezo a flojear vienes, me animas, me convences, me quitas las rayadas; aunque los dos seamos iguales, tú siempre estás ahí para decirme: "no digas tonterías...tú aguantas las mías y yo las tuyas...de eso se trata no? De querernos con nuestros defectos y nuestras virtudes".


Sí, puede que des mil cambios al día, que pases de estar encantador a ser un capullo, pero sabes lo que quieres y te mantienes firme a ello, en eso no dudas y...lo mejor de todo...es que consigues que yo tampoco dude.


Contigo las cosas son diferentes, podemos estar paseando por la calle como dos tontos, como dos niños chicos, como dos extraños, como dos adultos...pero siempre sigues siendo tú.


Tampoco es que todo sea perfecto, no todo es siempre bueno, ni mucho menos...pero cada rato regular que paso, sin duda, se ve recompensado por todo lo demás.

No hay comentarios:

Publicar un comentario