No me gusta escuchar la música con una sola oreja, pero me encanta que se me rompan los auriculares porque, al sonar la música en estéreo, comienzo a apreciar cada nota o cada instrumento que no me había percatado que sonaba en la canción y, entonces, la escucho de otra manera.
Y cuando vuelvo a escuchar la misma canción ya soy capaz de apreciar cada detalle y eso hace que me guste mucho más.
No hay comentarios:
Publicar un comentario